Hola a tod@s!!!
Sé que después de haber leído el título, algunos de vosotros habréis entrado con curiosidad, otros con escepticismo y otros con interés. Espero no defraudar a ninguno de los 3!! 😀
No os voy a engañar. No soy la persona que más éxitos haya cosechado en su vida deportiva. Nada más lejos!! He tenido fracasos estrepitosos, he dedicado más de media vida a llegar a una Olimpiada que jamás he jugado y soy consciente de que es probable que haya perdido muchos más partidos de los que he ganado.
Pero sin embargo, cuando me retiré, me di cuenta de que si me quedaba con la horrible sensación de que había desperdiciado más de un tercio de mi vida tratando de conseguir un objetivo que no había conseguido, iba a ser un peso demasiado duro que llevar en la mochila.
Así que lo que hice fue todo lo contrario. Dejé de echar balones fuera y sentirme víctima de no haber conseguido mi sueño de ser una de las mejores jugadoras de voley playa del mundo. Me hice única responsable del resultado fallido de mis esfuerzos por triunfar en el mundo del deporte y lo que saqué fue un auténtico tesoro. Descubrí que en TODAS, absolutamente TODAS las veces en que había triunfado, no sólo en el mundo deportivo, sino en mi vida personal, existía un mismo patrón. Me di cuenta de que, cada vez que hago algo con estas seis claves que os voy a presentar ahora, el triunfo está asegurado.
Curiosos, ¿tengo vuestra atención? Escépticos, ¿me dejáis haceros dudar? Interesados, ¿estáis impacientes por saberlas?
Pues allá voy!!!
La primera es hacer las cosas con DETERMINACIÓN. Dice Séneca que no hay viento favorable para el que no sabe a dónde va. No puedo estar más de acuerdo. En ocasiones decimos desear algo con todas nuestras fuerzas, soñamos con ello, pero no somos consecuentes. Cuando queremos conseguir algo con determinación, no hay nada que deseemos más y lo demostramos cada día. Cuando somos determinados con un objetivo, no nos cuesta madrugar, no nos importa pasar algo de hambre, no salir los fines de semana deja de ser un problema y hasta lo hacemos con la mejor de nuestras energías.
De nada sirve decirlo. De nada sirve soñarlo. Si no ponemos el 1000% (sí sí, con tres ceros), no estaremos del todo comprometidos con nuestra causa. En el momento en que eso ocurre, las cosas empiezan a fluir como por arte de magia. Es una sensación única y te convierte en una persona mucho más capaz de conseguir todos tus sueños.
El deseo intenso crea no sólo sus propias oportunidades sino además sus propios talentos. (Eric Hoffer)
La segunda es el FOCO. Uno de los errores más garrafales que he cometido yo siendo deportista es perder el foco. Pero no hablo del objetivo, qué va. Yo eso lo tenía siempre presente. Me refiero a perder el foco de lo que estás haciendo. Durante los partidos, yo estaba pendiente de las otras jugadoras, de lo que hacía mi compañera, del público que gritaba fuera, de los árbitros, de mi entrenador… ¿Cómo iba a mantener la concentración así? Era una auténtica tortura mental que me alejaba por completo de mí misma y, por supuesto, de disfrutar de lo que estaba haciendo.
Hoy en día, me ocurre muchas veces cuando estoy entrenando que veo a gente corrigiendo a otros compañeros mientras están entrenando. Algunos hasta cuentan las repeticiones que ha hecho el de al lado! Y compararse con el compañero no te ayuda a ser mejor. Lo único que te ayudaría a mejorar es «INSPIRARTE» en algún compañero mejor que tú. «Compararse» e «Inspirarse» comparten muchas letras, pero nada más. Son conceptos opuestos que pueden hacer que disfrutes de lo que haces, de que conectes contigo mismo mientras lo haces y que mejores o por el contrario que pierdas el tiempo y la paciencia (la tuya y la de los que tienen que aguantarte cada vez que lo haces).
El secreto de mi gran éxito, fue rodearme de personas mejores que yo. (Andretv Carnegie)
La tercera es el INCONFORMISMO. Os confieso que pocas veces en mi vida he dicho «me da igual». En el mundo del deporte, NADA DA IGUAL. La clave de los grandes deportistas es que no se conforman con nada. Hablo de astros del deporte como Rafa Nadal, Kobe Bryant, Serena Williams, Andrés Iniesta y tantísimos otros. No hablo de querer más cueste lo que cueste. No me refiero a que deseen ser mejores que nadie. Si algo tienen en común estos deportistas es que se superan a sí mismos día tras día. No se conforman con llegar a ser los número 1 del mundo, ni con ganar infinitos torneos, ni con ser los mejores jugadores del planeta. Siempre quieren ser mejores que lo que eran ayer. Siempre creen poder pulir alguna cosa y nunca se creen demasiado buenos.
El inconformismo que funciona para mí es ese. El que hace que te compares con tu «yo de ayer» y te obliga a superarlo, a mejorar todos los aspectos de ti mismo y nunca sentirte plenamente satisfecho con tus logros.
Soy muy afortunada. Cualquiera que sea el miedo que tengo dentro de mí, mi deseo de ganar es siempre mucho más fuerte. (Serena Williams)
La cuarta es la CONFIANZA PLENA. Por plena me refiero a que no hay absolutamente NADA que te haga dudar de ti mismo en tu camino por conseguir algo. Es muy fácil pretender que todo el mundo te lo ponga fácil, te allane el camino, te diga lo bueno que eres y que te ayude a conseguirlo. Pero lamento decirte que eso no es confianza, eso es ciencia ficción! Por lo general, lo habitual es que la consecución de grandes logros lleve de la mano cientos de miles de trabas en el camino, de momentos de duda, de ganas de abandonar, de fieras críticas y envidias de otros que no han sido capaces siquiera de intentarlo…
Ningún camino fácil te llevará a algún lugar que merezca la pena. Sé que esta frase está más manida que el tebeo, pero refleja muy bien lo que quiero decir.
Los que llegan lejos son aquellos que, pase lo que pase, tienen claro quiénes son y de lo que son capaces. Se encuentren con lo que se encuentren y le digan lo que le digan.
Creen en sí mismos y no necesitan de la aprobación externa. Caminan seguros y firmes y no dudan, porque saben que la duda es la mejor amiga del tropiezo.
Es la falta de fe la que hace que la gente tema enfrentar desafíos, pero yo tengo fe en mí. (Muhammad Ali)
Y vamos con la quinta!! Que no es otra que tener PENSAMIENTO POSITIVO. Sé que parece una obviedad, pero por más que se hable del tema, el mundo sigue lleno de criticones, lamentos bolivianos y quejicosos.
En este punto siempre hay quien dice que «a veces la vida es demasiado dura», que «yo me quejo con razón», «si estuvieras en mi piel»… Pero lamentándolo mucho, todo lo que oigo son excusas sin ninguna validez. No para mí! Que a mí no me tenéis que convencer de nada. Digo que son excusas que no tienen validez para vosotros. No os llevan a ninguna parte, no cambian vuestra vida a mejor, no os hacen exitosos y, además, todos conocemos casos extremos de personas que en condiciones muchísimo peores que nosotros, son capaces de darnos una clara lección de vida y de éxito ante cualquier vicisitud, por muy tremenda que parezca.
Casos tan maravillosos como el de Jean-Dominique Bauby y su libro «La escafandra y la mariposa», que escribió únicamente con el movimiento de sus ojos como consecuencia de sufrir un síndrome de cautiverio, que congela absolutamente todas las funciones corporales salvo la respiración, la audición y el movimiento ocular pero mantiene intactas todas las capacidades mentales. Un libro lleno de optimismo y de vida en circunstancias extremas.
Nick Vujicic, reconocidísimo conferenciante nacido sin brazos ni piernas, que recorre todo el mundo con un discurso motivador y con un mensaje claro de compartir felicidad con el resto de los seres con los que cohabitamos.
Son millones los casos que podría mentar. No tienen superpoderes (aunque para mí son verdaderos héroes), pero con su pensamiento positivo, sus ganas de ser felices y la inspiración que provocan a su alrededor son capaces de cualquier cosa, por difícil que parezca.
Y si ellos, con todas las trabas con las que cuentan, pueden, qué te hace pensar que tú no?
Luchas, das lo mejor de ti… pero si pierdes no tienes que romper cinco raquetas y dar un puñetazo al vestuario. Puedes hacer esas cosas, pero cuando hayas acabado nada habrá cambiado. Habrás perdido igual. Si hubiese algo positivo en esas cosas, probablemente las haría. Pero solo veo negatividad. (Rafa Nadal)
Y dejo para el final lo que para mí es el nexo entre todas las anteriores. Lo que hace que nunca pierdas el foco, lo que te mantiene determinado, lo que te hace querer siempre más, que te hace confiar en que puedes y vas a conseguir todo aquello que te propongas. Es la PASIÓN. Si no existe pasión por lo que haces, difícilmente podrás tener éxito y, aunque lo consiguieras, no lo disfrutarías como tal.
Pasión es enamorarse del proyecto que quieras emprender; es levantarte cada día con ganas de dar lo mejor de ti mismo. Es volverte loco de alegría cuando te das cuenta de que estás haciendo lo que te gusta y que eres sumamente afortunado por ello. Es convertirte en un «feliciano» y disfrutar de cada pequeño pasito que das hacia tu objetivo como si cada día fuera tu cumpleaños.
Nada ocurre sin pasión. El amor lo es todo!!
Así que si el éxito que buscas hace latir tu corazón como el bombo de Manolo con sólo imaginártelo, vas por buen camino. Si no es así, puede que el éxito que busques esté en algún otro lugar. Pregúntate si es lo que deseas constantemente o si lo haces porque se supone que es lo que la gente exitosa debe hacer. Cuestiónate todo el tiempo si eso que persigues merece el tiempo, el esfuerzo y la dedicación que le estás ofreciendo porque, amigo mío, estas tres cosas no tienen ticket de devolución. Si te entregas en cuerpo y alma a algo, que sea porque lo que persigues te hace muy feliz, aunque no sea un camino de rosas el que tengas que sortear para llegar a tu destino.
Porque lo verdaderamente importante al final es precisamente lo que descubres de ti mismo por el camino. El verdadero éxito es que seas quien quieres ser. El destino es sólo la confirmación de que lo has conseguido.
No tengo ningún talento especial. Sólo soy apasionadamente curioso. (Albert Einstein)
Ninguno de los puntos me parece discutible. Con una meta y poniéndolos medios , se llega a cualquier parte.